miércoles, 7 de marzo de 2012

Mi sinfonía

Si hay algo que irremediablemente marca mi vida, mi día a día, mi despertar y mi dormir, mis horas de relax, mis horas delante del ordenador... eso es la MUSICA. Me sienta tan bien escuchar música. Si es un día bajo, le doy al play al CD de Manuel Carrasco, escucho cada frase que me identifica, lloro, me desahogo y me siento como nueva. Si es un día de esplendor, me pongo algo de discotequeo y me pongo a bailar sola por mi casa. Es increible, pero la musica me inspira, la musica puede hacer cambiar mi humor de manera inexplicable. Estar en el autobus cansada despues de un largo día de facultad, y a alguien le suene en el movil la danza kuduro y de repente no puedas parar de reirte recordando un buen día de fiesta. Para mi la musica lo es todo, canto fatal, pero me fascina ponerme delante del espejo a cantar y creerme que estoy en el escenario. No soy de las que mejor bailo, pero me encanta poner musica a toda voz y ponerme a menear el esqueleto. Me levanto, me pongo a hacerme las tostadas, de fondo la música. Voy en el bus sola, la música me acompaña, me acuesto y no soy capaz de dormirme, la música me ayuda a conciliar el sueño. Es cierto la frase "la música amansa a las fieras". Cuando estoy nerviosa, escucho música y puedo sentir como me aislo del mundo y me tranquilizo. Me encanta la sensación de sentirme mal, y que una cancion me recuerde lo bonita que es la vida. Esperar con ansias que salga el CD de mi grupo preferido, o la alegria de escuchar una nueva canción. Esa sensación de pánico que te entra cuando te sientes identificada con una canción de amor. Las ganas de gritarle al mundo cuando ves que llorar no sirve de nada. La ansiedad de cantarle a alguien una canción porque le demostraría todo lo que sientes por ella. La rabia que sueltas cuando una cancion critica a los bastardos políticos de hoy en día. Las ganas de bailar que te entran al escuchar la cancion del verano.

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