De pequeña me dijeron una vez que lo importante de la vida no era ser rico, ni el más guapo, ni tener el pelo más bonito, ni siquiera tener un buen coche. Lo importante era ser feliz; porque si ríes, reirán contigo; pero si lloras, llorarás solo. También que las apariencias engañan, y que el mundo está viviendo de eso, de apariencias, que no nos podemos fiar de nadie. También me dijeron que la felicidad depende de muchas cosas, que uno no es feliz porque sí, que aunque no sepas cuáles son esas razones, el tiempo te dará las respuestas. Yo he ido poco a poco buscando las mías, y supongo que las he encontrado.
Hay gente que para recordar su vida tiene un diario; yo no creo en eso, porque pienso que si se te está olvidando algo o ya no lo recuerdas es porque no era lo suficientemente importante. La vida se basa de hechos, acciones y recuerdos que se almacenan de forma continua en la cabeza, y se dividen en dos grupos: Los importantes, y los que no. Dentro de los importantes están los hechos que te hicieron o te hacen feliz, y dentro de estos las razones de esa felicidad. Tú eres la razón.
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